Blog de contenido jurídico del despacho de abogados Gómez Salvador en Pamplona. Monasterio de Irache 24, bajo. Tfno 948210358.


martes, 30 de octubre de 2012

Recordando casos del despacho VIII


Las cenizas de Jacek vuelven con su madre

Dos meses y medio después de morir en la calle, en un jardín junto a la avenida Baja Navarra de Pamplona, Jacek Mazur, polaco de 47 años, ha sido incinerado. Su madre, una granjera de 72 años, recibirá sus cenizas el próximo viernes a la tarde.

Jacek Mazur, en una imagen de 2003, cuando llegó a Pamplona.  DN
Jacek Mazur, en una imagen de 2003, cuando llegó a Pamplona. DN
IVÁN BENÍTEZ/CARMEN REMÍREZ . PAMPLONADomingo, 6 de febrero de 2011 - 04:00 h.

DOS meses y medio después de que Jacek Mazur, polaco de 47 años, falleciese por muerte natural junto a un banco de Pamplona, su madre, una granjera de 72 años, podrá darle el entierro que desea. Hasta esta semana, su cuerpo ha permanecido en el limbo del depósito de cadáveres del Instituto Navarro de Medicina Legal. La cremación se llevó a cabo el martes pasado a las nueve de la mañana (un día después de que el Ayuntamiento diese la orden). Horas más tarde, alrededor de las 14.00, el abogado del consulado polaco, Sergio Gómez, recogía las cenizas y las depositaba en la urna donada por la parroquia San Francisco Javier, muy próxima al banco que siempre frecuentaba Jacek, frente al Lar Gallego. "Ahora sólo hay que esperar a que vengan de Madrid unos familiares y se la lleven a su madre", señaló Gómez.

"Lo hago por convicción"
El viernes, 4 de febrero, a las 16.50 horas se presentó en el despacho del abogado, ubicado en la calle Estafeta, Marek Michalski Michalska, con su mujer. Marek, doctor de Organización de Empresas del departamento de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, telefoneaba al llegar desde el parking de la Plaza del Castillo al llegar. "Ya estamos aquí". Tras recibir las indicaciones pertinentes, el polaco subió al despacho del abogado. Mientras, su mujer, se quedaba en la calle visitando la parte vieja de la ciudad. Era la primera vez que venía a Pamplona.
Marek, de mirada azul y directa, cabello y bigote blanco, se sentó con el semblante serio y escuchó atento el protocolo de actuación para poder viajar a Polonia con la urna.
No conocía a Jacek. En realidad, no tenía relación directa con la familia. El motivo que les vinculaba era más bien circunstancial. "Lo hago por convicción cristiana", manifestó en un castellano perfecto y con rotundidad. Lleva viviendo en España desde 1982.
La madre de Marek conoce a la prima de Yolanta, la madre de Jacek. "Yo sabía muy poco de su vida", apuntó, " tan solo lo que había escuchado de mi madre tras la fatal noticia. Al parecer, fue un hombre muy feliz mientras vivió en Polonia con su mujer y sus tres hijos".
Jacek no fue un mendigo al uso en Pamplona. Quienes le conocieron y le cuidaron, su "otra familia", le recuerdan como un hombre de aspecto frágil, rubio, con bigote, bastante guapo cuando se aseaba, y con una mirada profunda que ocultaba parte de su vida anterior y que despertaba ternura. Su vida cambió radicalmente con la separación. Casado, y con tres hijos, Jacek cayó en el pozo de la exclusión, y no pudo salir. Abusaba del alcohol. Pasaba la mayor parte de los días y las noches sentado en uno de los bancos blancos de madera de la avenida Baja Navarra, siempre en el mismo sitio. Allí recibía a diario el cariño de algunos vecinos, que le proporcionaron alimento y conversación. Aunque los servicios sociales del Ayuntamiento de Pamplona le atendieron durante años, no levantaba cabeza.
¿Por qué acabó este hombre sus días en Pamplona? Viajó a Madrid a trabajar en la construcción, pero se le acabó el contrato. "Alguien de Pamplona le ofreció un buen trabajo. Jacek vino aquí ilusionado y le dejaron tirado. Le mintieron. Eso le terminó por hundir. Se encontraba solo. Sin trabajo. Sin nadie. Se encerró en sí mismo", señaló Marek . El abogado le entregó la urna y se despidieron con un hasta pronto. El matrimonio polaco aprovechó su breve visita en Pamplona para conocer el recorrido del encierro. Después continuaron hacia Santander.
Marek aterrizará el próximo viernes a las ocho de la tarde en Varsovia. Media hora después verá a Yolanta, la madre de Jacek y le entregará las cenizas. Jacek hubiese cumplido 48 años el próximo domingo, el 13 de febrero.